26 de febrero de 2009

Esta mañana, mi tía ha dicho una frase de la que tengo la certeza que va a quedarse flotando en mi cabeza largo tiempo. "Tu puedes saber que tus hijos son feos, pero que alguien te lo diga, suena aun peor". Y en nuestro caso, si cambias un poco la frase y le añades lágrimas cayendo, creas, a poco que te fijes, una imagen de nuestro estado de ánimo por el momento.

Salí de casa esta tarde y la he pasado sola, aunque rodeada de gente; ya que, por mucho que me concentrara, no dejaba que mi cabeza estuviese allí. Imaginando lo que nadie quiere ver, preparandome en una cuenta atrás no definida pero ya imparable, llamando a las lágrimas a mis ojos, pero han dejado de hacerme caso, queriendo hablarle a alguien pero sin poder abrir la boca.

"El aire te sentará bien", eso decían, "te despejará", pero no conseguía olvidar ni un segundo.
En mi cabeza, fuera del mundo que me rodea, sin mirar, sin ver. Me hubiera gustado hablar con alguien, sentarme tan solo y dejar pasar el tiempo, y solo me han venido dos nombres a mi mente, pero de uno estoy empezando a desconfiar y el otro... En realidad, no quiero hablar con nadie.


Quiero abrir los ojos y salir de aquí, intentar creer que todo va a ser como hace un tiempo, antes del invierno, antes del otoño, antes del verano... la primavera pasada, viendo a los pajarillos venir a comer de su mano... No hagas esto, no me lo hagas...

23 de febrero de 2009

El derecho al Delirio: Eduardo Galiano




Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:

El aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;

En las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor;

El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;

La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;

Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;

En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;

Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;

Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;

Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;

Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;

La solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;

La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;

Nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;

El mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;

La comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;

Nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;

Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;

La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;

La policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;

La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;

Una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;

En Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;

La Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;

La Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;

Serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;

Los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;

Seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

La perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.





Hacía tiempo que nada me llegaba tanto

22 de febrero de 2009

Patetico es creer una mentira...

Te miras al espejo por última vez antes de que se escuche por la puerta de nuevo tu nombre. Piensas que eres feliz y que esta noche será tu noche y que "algo caerá, ¿por qué no?" Por supuesto cariño, algo caerá... tú caerás, caerá tu ilusión, creada por ojos amigos, que siempre viene bien tener cerca pero que no te muestran la realidad que tu quieres ver, y sigues empeñada en hacerles caso. Y ya no sabes ni lo que dices.

Miradas, comentarios, de quién no te conoce, pero que es a quien más caso haces, quizas en esa absurda creencia de que te ven con ojos realistas, y tu imaginación que juega un bonito papel protagonista en la cruzada que el mundo juega en tu contra. Y aunque eres consciente de ello, es droga que sigues consumiendo porque dependes de ella, aunque te esté matando.

Y regresas a casa y en el camino recreas como tus expectativas y lo que ves, tienen poco (o nada) que ver. Pero vuelves a hacer planes mientras metes la llave en la cerradura, y ves tu ropa, negra, acorde al color de los pensamientos. Te zambulles en el pijama y te percatas de que las medias, negras tambien, tienen un roto, como algo dentro de tí tambien.

Te lavas la cara y al levantar la vista, ves el pasaporte al olvido sobre el estante. "una no hara mal. Llevan eazón, en esta sociedad está prohibido el sufrir, seré una más" piensas, y ya la has tragado.

Un minuto después, ya en la cama, tras bajar la persiana y poner en la puerta el post-it de los domingos (dormida bajo cualquier concepto), apagas la luz, creando asi un universo paralelo, apartado de todos, que es donde quieres estar.

Ya en la cama, sueños vacíos, sin dolor ni felicidad... las medias y las ilusiones en la basura. Y haces un hueco junto a tí a la realidad y a las lágrimas, pero no duelen, las has sacado demasiado y te has acostumbrado a su recorrido. Duerme, concentrate y olvida. Dormir, dormir sin soñar...





Post-pie...¿por qué hablo en segunda persona?

9 de febrero de 2009

Someone

- Estoy esperando.

- ¿El qué?

- Que me dejes


- No voy a dejarte. Te quiero muchisimo, ¿a que viene esto?


- Dejame ir contigo, quiero estar allí contigo, ¿te averguenzas de mi?


- Claro que no, ya te lo he dicho. Quiero estar solo.


- ¿Para qué?


- Para estar de luto. Para pensar


- Te quiero, ¿por qué no me dejas?


- Solo es un fin de semana


- ¿Por qué no me dejas que te quiera?





Y así, de un segundo a otro, comienzo a sentir. ¿Miedo? ¿dudas?
Terror, pánico lo llamaria; es más adecuado. Aunque no sé bien a que. No es el monstruo verde de ojos rojos que se esconde bajo mi cama, cuando era niña. Este es más refinado, pero sus objetivos son los mismos. Y yo no he dejado de ser aquella niña incredula, llena de inseguridades, de miedos, y de ganas de probar, de ganas de que la vida le dé esa oportunidad. Pero, ¿de que vale esperar si cuando te lo muestran lo devuelves por miedo a que se rompa entre los dedos?
Nadie dijo que nada fuera facil, y menos en ciertas cuestiones.


Y estas palabras vuelven a significar algo para tí. Un significado que antes no eras capaz de verle, porque no querias mirar.
 
En los vértices del tiempo. Design by Exotic Mommie. Illustraion By DaPino