26 de julio de 2009

matices del café



- Oye, me preguntaba si necesitabas algo más.
- No, nada, el café está perfecto... Solo es curiosidad lo que tengo ahora.
- ¿Curiosidad?
- Si, el caso es que tu cara me resulta familiar, por eso miraba. Se supone que con disimulo, pero me has pillado. Pero no sé de qué. Extraño, ¿verdad?
- Si, algo la verdad.
- Bueno, serán imaginaciones mías. Porque... no te conozco de nada, ¿no? De cualquier forma, perdona si te incomoda.
- Para nada, no te preocupes. Soy Alberto.
- Cris. Encantada.
- Igualmente. Ahora ya si me conoces.
- Cierto.

Un incomodo silencio se abre entre ambos. En resumidas cuentas, ¿qué se dicen dos personas que solo tienen en común un café? Estas situaciones se salvan por sonrisas por parte de los dos, y el primero que baje la mirada, pierde. Reglas no escritas de un juego no pactado. Perdieron ambos. ¿O tal vez ganaron?

- Entonces... ¿nada más?
- Bueno, si. ¿Qué te debo?
- Nada, para los conocidos, invita la casa.
- ¿Como? No, para nada.
- De veras, insisto. Quedas invitada, ya nos conocemos, ¿no?
- No le veo la relación, pero bueno. Gracias entonces.
- No tienes porqué darlas.
- Jaja. ¿Siempre eres tan complaciente?
- Hmm, no te haces una idea de hasta qué punto.
...
- ¿A qué hora sales?

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En los vértices del tiempo. Design by Exotic Mommie. Illustraion By DaPino