Por medio de la presente renuncio a ser adulto.
He decidido aceptar la responsabilidad de tener 6 años nuevamente.
Quiero ir a McDonald's y pensar que es un restaurante de 5 tenedores.
Quiero navegar barquitas de papel en un estanque y hacer anillos tirando piedras en un estanque para poder valorar lo sencillo otra vez.
Quiero pensar que los dulces y los amigos son más importantes que el dinero.
Quiero tomar largos baños y dormir 10 horas todas las noches.
Quiero abrazar a mis padres todos los días y enjugar mis lágrimas en sus hombros y pensar que son para siempre.
Quiero regresar a los tiempos donde todo era simple.
Cuando todo lo que sabía eran colores, tablas de sumar y cuentos de hadas, y eso no me molestaba; porque no sabía que no sabía, y yo, no me preocupaba por no saber.
Cuando pensaba que lo peor que me pasaba en la vida era que alguien me quitaba la pelota o me elegía el último para ser compañero de equipo.
Quiero volver a ser niño para pensar que el mundo es justo.
Que todas las personas son honestas.
Que no hay envidias.
Quiero pensar que todo es posible.
Pero en algún lugar de la juventud, maduré y aprendí demasiado.
Aprendí como la gente no sabe querer ni amar, cómo nos destruimos entre nosotros, cómo la envidia nos rodea y nos hace sentir mal, y desearlo.
Maduré, me contaminé y aprendí sobre mentiras, sufrimiento, enfermedades, guerras, dolor y muerte. Aprendí como el dinero maneja nuestras vidas. Como ya no importa el sentir, si no el conseguir, y cada vez más.
¡pero yo renuncio!
Quiero volver a vivir simple nuevamente.
No quiero que mis días sean jornadas interminables de trabajo, de materialismo, de noticias deprimentes, de envidias, de chismes, de enfermedades y de pérdida de seres queridos.
¡Quiero creer en el poder de la sonrisa, del abrazo, del apretón de manos, de la palabra dulce, de la verdad, del súper héroe de comic y de la imaginación!
Admiro la dulce locura de los niños y odio la mentirosa cordura de los adultos.
Quiero volver a tener 6 años.
Quiero dejar vivir más a ese niño que todos llevamos dentro, para valorar lo bueno y lo sencillo que nos rodea, y que los adultos hemos dejado de valorar.
Nota: Recordé este fragmento al recordar a Neruda, porque ambos son descubrimientos de la mima época de mi vida. Una que dejé atrás hace bastante, pero que me gusta rescatar de los océanos de la memoria, para así hacerme más fácil el contestar a la cuestión de como he llegado a lo que soy... Aun sin saber lo que soy...
