18 de junio de 2008

Hace tiempo, bastantes meses, que hablé desde mi nueva habitación, de mi nueva vida, porque ha sido un poco así.

Ya la decoré, no tan al gusto que yo queria pero las cosas se irán andando. De momento, coloqué la cama bajo la ventana, a la que entra el sol durante toda la tarde. Me dijeron que colocara allí el escritorio, pero no quiero que el astro rey marque mis tareas. Disfrutaré de el en mis ratos libres.

Lo que más me gusta, es tumbarme en la cama por las tardes y dejar que el sol me bañe, que me empape todos los poros y bandonarme a no hacer nada, a dejar la mente en blanco. Y comprobar, durante las noches, como la luna me arropa, sin pedir nada a cambio, solamente compartir mis pensamientos en ese instante. Cuando recapitulo el día y ella, la Luna, en su silencio y lejania, me apalude los éxitos y me consuela las trsitezas. Al mirarla, pienso en toda la gente que en ese momento hará lo mismo que yo. O no. Pero me gusta la idea de que alguien deje de mirar al suelo por un solo momento.

Tras algunas semanas escuchandome, la Luna me preguntó un sencillo "¿por qué viniste aquí?". Al principio pensé que era una alucinación propia de las altisímas horas de la noche, y la dejé pasar. Pero me engañé. La noche siguiente ella volvió a hacer la pregunta y ya supe que no era una mala jugada de mi mente; era de la Luna.

Me quedé fijamente mirándola, intentando ver en ella la respuesta que escondia yo, pero no la encontré, porque como acabo de decir, estaba en mí.

La respuesta era simple: huía. Huía de mí, huía de mis errores, de los errores que otros hicieron y me dañaron, de las propias personas que poblaban mi mente... pero no lodré huir, porque no son un traje del que te puedas desprender y esconder en un armario, vienen contigo, pues son recuerdos. Pero tambien, uno de esos recuerdos decía que en la distancia todo es más sencillo. Y decidí que mis recuerdos se vengan a viajar conmigo. Igual entre nuevas calles y personas se olvidan de doler en mí. Al menos durante un tiempo.

Asi, mientras, yo puedo bañarme en el sol y dejar que la Luna (¡ay, traicionera!) me arrope en nanas.

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En los vértices del tiempo. Design by Exotic Mommie. Illustraion By DaPino