11 de diciembre de 2007

Corazones

(Imagina a dos personas sentadas en cualquier lugar, mirando hacia cualquier parte, sin ver nada en realidad, no importa el día, ni quienes son ellas. Eso sí, en silencio)

- Estas muy pensativa ¿qué te pasa?
- Nada. Solo…que pensaba en algo
- ¿Y se puede saber que es lo que te hace estar en otro mundo en lugar de aquí entre mis brazos?
- En lo mucho que me costó saber donde está el corazón.
- ¿Cómo? No te entiendo…
- Ahora sé que el corazón está a nuestra izquierda, pero hace unos años, me tenía que parar a pensarlo, como cuando te quedas pensando cual es tu mano derecha. ¿sabes desde cuando lo sé?


>>Lo sé desde que me lo rompieron y sentí su dolor. Sentí como se iba resquebrajando, poco a poco, tal hielo en un vaso. Casi en silencio. Esa fue mi respuesta, el silencio, para poder aislar su tenue ruido. Y pude oír el silencio y mi vida se tornó en silencio.
Quedó un trozo mayor en el mismo lugar en el que estaba, pero muchos otros se separaron y viajaron por todo mi cuerpo, manifestándose de diversas formas.
Algunos, los más pequeños, fueron capaces de llegar a la sangre y desde ahí fueron a poblar mi cabeza, donde se unieron a mis neuronas y crearon varios efectos: unos en forma de preguntas, un ¿porque?, un ¿dónde estás?; otros, en forma pensamientos, “aun te recuerdo”, “sin ti no puedo” y mil más; también en forma de acciones o más bien, de todo lo contrario, y me impedían moverme. La mayoría de los que quedaron allá arriba se unieron a mis recuerdos y los hicieron dolorosos al recordarlos.
Otros trocitos, se quedaron un poquito más abajo, y salieron de mi en forma de silenciosas lágrimas. Estos habían perdido su color y se volvieron trasparentes, porque no tenían ya alma, como ninguna parte de mi.
Otros se quedaron alojados en los músculos de la cara, impidiendo que pudiera sonreír ya que pinchaban al moverse y dolían. Dolían demasiado. Como los otros que se alojaron en el resto de mis músculos y no me dejaban moverme, reaccionar.
Y así se fueron apoderando de todo mi ser. Hicieron, los que llegaron al estómago que nunca quisiera comer, que se me olvidara, por que ellos ocuparon el lugar natural del alimento; los de los pulmones me cortaban la respiración y sentir el aliento del mundo; los de los ojos me prohibían ver el mundo, solo la imagen del momento en que comenzó todo; los de los oídos me hacían escuchar sin cesar las palabras que los originaron, las de la ruptura; los que quedaron junto a la piel, me hacían sentir aun un roce cariñoso, pero que sin embargo, al igual que los recuerdos, ahora dolía al hacerse presente.
El mayor de todos, el que no se movió de su sitio, sin embargo, dejó de funcionar y deje de sentirlo. Estaba frío al tacto, no se movía, no tenía ningún sentido, estaba atrofiado.
Y todos ellos estaban conectados entre sí, y cuando se activaban unos, hacían que el resto se activaran después haciendo que recordará, que dejara de moverme, de respirar, de sentir otra cosa que no fuese dolor. Y salían en forma de lágrimas que caían hasta el suelo, donde se perdían para no volver a mi.
Afortunadamente, no se perdieron definitivamente. Quedaron en el camino, y tu los pudiste encontrar, y me los devolviste, pero ya estaban sanos. Tu risa, hizo que los trocitos de mi cara se desprendieran y me permitieran sonreír a tu lado. Tu presencia, alejó los de mis ojos. Tus manos se llevaron los de la piel y ya no me dolían las caricias. Volví a respirar el aliento del mundo, tu aliento. Tus palabras, ayudaron a que se fueran de mis oídos, y esas mismas palabras, hicieron que los de mi mente se desactivaran, y yo me muevo, y recuerdo sin dolor, y ya no caen más en forma de lágrimas, por que ya no tengo motivos de llorar.<<

- Pero…aun falta uno. El mayor, ¿qué pasó con él?
- Ese, ese es el mejor. Fueron tus besos, los que lo devolvieron a la vida. Ahora ya funciona, ya late por sí solo. Recordó para que servia. Y vuelve a crecer, sano y fuerte. Y ya no queda ninguna señal en él de que un día se rompió.
- ¿Por eso estabas en silencio?
- Si, estaba notando en el silencio todas esas sensaciones a la vez. Y volví a sentir que lo tengo a la izquierda. A la izquierda, y a ti abrazándome fuerte.

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