**la Despedida**

Sentimiento intenso del ser humano que partiendo de su propia insuficiencia necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Esta es la definición de amor. Si logramos encontrarlo, compartirlo y somos capaces de mantenerlo encendido a través de toda una vida, lo habremos ganado todo. Y nada, nada nos habrá vencido.
Y hasta en los peores momentos, el amor es capaz de mantenernos vivos.

- Teresa, mi amor, han pasado muchos años. Si. Y todo lo que me has dado, todo lo que hemos vivido.

Rafael estaba de pie, junto a su esposa, intentando explicar con palabras algo que iba más allá.

- Hay tantas cosas que debo agradecerte. Desde que éramos unos crios… con quince años, ¿te acuerdas? Sabía que ibas a ser la mujer de mi vida, pero lo que no sabía es que se pudiera amar tanto, a una persona.

Recuerdo tras recuerdo, Rafael encontraba alivio en sus propias palabras, aún sabiendo que Teresa no le escuchaba.

- Tengo aquí el poema que tanto te gusta y que tantas veces he leído para ti.

Rafael comenzó a recitar aquel poema:

- Tu bondad y tu ternura de todos te hizo admirada,
Y por todos, deseada tu belleza y hermosura.
Tu alegría, tu figura.
Color de noche tus ojos, estampa de malagueña.
Fui capricho a tus antojos, como roca,
Como peña que va acariciando el mar.
Y no pude despertar sin finalizar el sueño
Fuiste mía, fui tu dueño
Tu, mi dueña, vida mía.
Tras los años de ilusión va apareciendo el hastío,
Se termina la pasión, no hay deseo.
Nace el frío.
Pero el amor permanece, cambia el nombre por entero
Nos parece que anochece
Y, en realidad,
Amanece el cariño verdadero.

Una lágrima recorrió suavemente la mejilla de Teresa. Fue como si las palabras de Rafael hubieran activado sus recuerdos.

- Mi amor, te voy a querer siempre.- Concluyó Rafael.
.............

-Perdone. La hora de visita ha terminado, cuando quiera…
-Sí, sí, enseguida salgo. No se preocupe.

Teresa se levantó de la silla que había junto a la cama de Rafael. Y agarrando suavemente su mano, le dijo:

- Sé que siempre estás a mi lado.

Rafael vio como su mujer salía de la habitación. Y allí quedó el, de pie, viéndose a sí mismo tumbado en la cama donde había pasado los últimos nueve años en coma.
Y es que, como decía al principio, el amor, hasta en los peores momentos, es capaz de mantenernos vivos.