Tengo ganas de decir cosas, pero no tengo cosas que decir...
Sólo espero que pasen pronto estos días de break, en los que solo sé deambular de un sitio a otro, pensando en todo, sin conclusiones sobre nada. Muchas ideas sueltas. Ideas que se salen demasiado de lo que suelo pensar, y que preferiria no haber tenido que pensarlas, porque invaden a gente de mi alrededor y no quiero.
Realmente, no quiero escribir, quiero hablar. Que haya alguien al otro lado escuchando, que solo escuche algo que le cuente. Que no reaccione de ninguna forma, solo para que yo consiga desahogarme. No lo encuentro y supongo que será eso lo que haga que parezca que tengo ganas de escribir.
O igual resulta que no quiero nada, que solo son los delirios causados por la fiebre (que ya no tengo) o por el dolor de garganta que aun grita y molesta.
Escucho música pero no entiendo lo que dicen, aunque es en español. Por que no quiero saber lo que dicen, solo es por intentar llenar tiempo. ¡Qué tedio!
¿Has visto el anuncio donde un crio entra en una tienda pidiendo una hora para su mamá? Pues en mí tiene su esperanza: pongo mis horas de soledad a la venta, para quien las quiera, las necesite o quiera aliviarme un poco.
¡Cuántas estupideces digo!
...
1 notas al pie:
Voy a ponerte una entrada del blog "Inquietudes en primaria" del Dr. Cebrián, está en "Diario Médico". La entrada es del 17/7/07 y lo titula "Relativamente contento":
"Son las circunstancias las que nos moldean. Hoy hace un año.Es difícil esperar lo inesperado, y sin embargo, de repente llega.
Demasiadas cosas inesperadas.
Las ilusiones, las esperanzas, las alegrías, la vida misma se te escurre de repente entre los dedos y no puedes hacer nada para evitarlo.
No es que cambie tu escala de valores, es que se desmorona.
Desaparece tu energía vital, te hundes.
Y pasan los días, y siendo eterno cada segundo, los meses pasan volando.
Hoy, día 17 de julio, hace un año y estoy relativamente contento."
A mi me gusta mucho. También me gusta lo que tú escribes, sigue haciéndolo suele "curar dolores emocionales" que dice Paulo Cohelo.
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