Os presento a mi hermano. La persona a la que con diferencia más quiero y querré por mucho tiempo que pase. A la única a la que le prometí, cuando apenas yo levantaba un palmo del suelo que jamás me separaria de su lado. Y hoy por hoy, la única a la que se lo diria.
Lo miro desde la puerta de su habitación y sé que sabe que estoy allí, aunque no diga nada. Él, que cada noche espera (sea la hora que sea) a que pase por su habitación para darle las buenas noches. Que dirige la mirar cuando llego a casa para que centre toda mi atención sobre él y le diga cualquier tonteria (eso si, chillando) para responderla con la mejor de sus sonrisas, y una mirada desde sus grandes ojos negros... Reflejan tanto...
Es por él por quien soy como soy. Es quien más me enseña. Me enseña lo más importante. A ser valiente y a sonreir por muy duro que sea el día. Me enseña a creer que los milagros suceden, y que la vida a veces, se porta bien con quien debe.
Por que ya se puede estar cayendo el mundo a mis pies, que él me mira, me sonrie, y se me olvida todo en un segundo, porque sé que de alguna manera el me está recordando la promesa que años atrás le hice, y él me la devuelve. Me mira, y yo ya tengo la valentía que necesitaba.
(Nota: iba a poner una foto en la que salgo con él, pero esta queda más linda...)
2 notas al pie:
Es muy bonito lo que has escrito. Ojalá todos los hermanos fueran tan buenos como vosotros, se demuestra de la primera a la última letra (y no exagero).
Enhorabuena por tener un buen hermano y ser una buena hermana :)
Realmente emocionante lo que escribiste y es tánto el amor hacia tu hermano que logras transmitirlo a los demás a través de esas palabras.
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