Tanto diez mil... ¬¬

Nada, que he suspendido. ¿por qué? Por dos deficientes, dos distancias laterales. Tonteras que le pasan a una por la cabeza. Que no frena cuando otro va marcha atrás (tenía yo prioridad) y que no calcula entrando en una calle que el mercedes (seguro que era el del Examinador por que no me lo explico) estaba demasiado cerca.

Ya está. Es la decimooctava vez que lo cuento.

El lunes que viene otra vez. Y está vez será la última.


¿Por qué no ponen a los coches de examen un cartelito que avise "Precaución. Coche examinando"? Seguro que más de uno que lo leyera se acordaria de aquel día de su vida y nos haria a nosotros más tragable ese día...

Lo último. Ya podían decir los examinadores "buenos días", joer, que suspenderán a la gente, pero eso no cuesta tanto. Si no les gusta su trabajo, que busquen otro, pero dejen la mala leche en casa.


Es el resentimiento el que habla. Haceros cuenta. En fin...